Respondiendo al problema público con enfoque de derechos

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Nacional Monte de Piedad


Palabras clave: Enfoque basado en Derechos Humanos, Gestión para Resultados de Desarrollo, acompañamiento, alianzas con otras OSC y actores


Después del terremoto de 1985 en la Ciudad de México, una pareja de ciudadanos estadounidenses arribó a esta ciudad ofreciendo la posibilidad de dar a niñas y niños que perdieron a sus padres en esta tragedia, una familia a través de la adopción. 

Para poner en marcha acciones que materializaran su iniciativa, fueron contactados con miembros del patronato de Servicio, Educación y Desarrollo a la Comunidad, IAP (SEDAC), lo cual se logró con una vinculación entre el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) del Estado de México y la organización Living Bridges, Catholic Charities de Chicago (EE. UU.). 

En 2001 inauguraron una casa hogar y con el programa Quinta Carmelita para brindar atención integral a niñas y niños en tanto se resolvía su situación jurídica y fuera posible integrarlos a familias en menor tiempo. 

Entre 2001 y 2010 lograron más de 200 adopciones. En 2010, el programa Quinta Carmelita y la SEDAC hacen una separación formal que dio lugar a la constitución de Quinta Carmelita, IAP en 2011. 

En 2016 empiezan un proceso de fortalecimiento con Nacional Monte de Piedad (NMP) quien, considerando ciertas condiciones para iniciar el proceso, realiza una valoración inicial de la intervención a partir de la cual se plantea un plan de fortalecimiento. 

En la valoración, la organización se da cuenta de que la vida dentro de una institución produce serias afectaciones en el desarrollo de niñas y niños. Este proceso de reflexión implicó la adecuación del modelo para dar una atención más personalizada con “ambiente familiar” dentro de sus instalaciones, siempre con el propósito de la inclusión de las niñas y niños en familias. 

NMP acompaña a la fundación en la selección de equipo de 2 consultores con experiencia y enfoque adecuados a la atención infantil. 

El papel del equipo de NMP era mantener el propósito original, orientar a la organización con un Enfoque de GpRD, garantizar la participación de representantes de las diversas áreas de Quinta Carmelita conformando un Comité, para lograr que cada decisión se tomara a partir de un proceso reflexivo y fomentar la apropiación de los cambios por parte del conjunto de la institución. 

El trabajo con el equipo consultor se llevó a cabo por alrededor de un año, con sesiones personalizadas con todas las áreas de la organización (directiva, coordinación, investigación, servicio directo a niñas y niños, alianzas interinstitucionales). 

La institución tuvo la oportunidad de complementar el análisis de la problemática, y si bien el equipo consultor no conocía los detalles del trabajo y las características precisas del problema social que abordaban, desde su rol metodológico guio una reflexión que llevaría a la institución a encontrar las causas profundas del problema, así como las acciones que además de necesarias serían suficientes, para cambiar la situación de las personas que atendían. 

En este marco, contemplando la trascendencia que tendría el influir en cambios legislativos para que las normas que rigen a la atención de niñas y niños sin cuidados parentales, mejoraran y que se habían hecho algunos esfuerzos fructíferos al respecto, el equipo de Quinta Carmelita logró dimensionar factores muy relevantes dentro del espectro del problema en los que tenía un mayor potencial para generar cambios de fondo, así como del requerimiento de la participación de más actores relacionados con derechos humanos y de sus instituciones pares en la atención a niñas y niños sin cuidados familiares. 

Este análisis, al concentrarse en la restitución de derechos de niñas y niños, permitió a la organización dar cuenta de las limitaciones que tenía su modelo de trabajo, dada la magnitud del problema social. 

En este sentido, Quinta Carmelita decidió que debería incidir en más actores que atienden a esta población, específicamente en otras Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) dedicadas a brindar cuidados alternativos a niñas y niños en riesgo de extender, de manera indefinida, una vida institucionalizada. 

Con base en el análisis profundo del problema realizado en el proceso, la organización decidió que debería agregar nuevos elementos en su intervención, los cuales se orientarían a: 

  • Establecer alianzas que dieran fuerza y complementaran sus acciones para incidir en tomadores de decisión en cuanto a la legislación y reglamentación de los cuidados alternativos en México. 
  • Capacitar otras casas hogar para la evolución de sus modelos de atención hacia un enfoque de derechos en dónde la institucionalización sea solo temporal. 
  • Apoyar al sector público en la capacitación de funcionarios encargados de seguir procedimientos apegados al enfoque de Derechos Humanos.  
  • Contribuir a la prevención de la separación familiar a partir de trabajar en sensibilización y capacitación a empresas susceptibles de adoptar medidas que apoyen a las familias para evitar la separación, así como a otras OSC para que sus modelos migren de la institucionalización hacía la prevención. 

Así, Quinta Carmelita generó un proyecto que implica el trabajo con los actores mencionados anteriormente para que su modelo de atención sea replicado por otras casas hogar, de modo que sin incrementar su capacidad operativa, más niñas y niños se harían sujetos del restablecimiento de su derecho a la vida en familia, al mismo tiempo que se generan capacidades en actores públicos, sociedad civil organizada y sector privado. 

Los esfuerzos de Quinta Carmelita se han caracterizado por el apego a las directrices internacionales en materia de su trabajo, esto la ha llevado a incluir dentro de su modelo de intervención a la reintegración de niñas y niños a sus familias de origen y familias extensas, lo cual incrementa sus posibilidades de pasar menos tiempo en situación de institucionalización y gozar de una vida familiar y comunitaria. 

Una vez que la intervención social de Quinta Carmelita fue mejorada, NMP acordó con la organización un segundo plan de trabajo para llevar a la práctica las adecuaciones y mejoras propuestas. En esta etapa, Quinta Carmelia tendría acompañamiento del personal del NMP reduciendo la dependencia de terceros y favoreciendo tanto la apropiación por parte de la organización, como el incremento de experiencia como impulsor de fortalecimiento en el equipo de NMP.

Las lecciones aprendidas 

  1. Actualización: el análisis del problema social debe ser actualizado de manera periódica, una intervención social que a priori atiende de manera integral a una población, podría dejar por fuera elementos y actores con quienes podrían incrementar su eficacia. Para ello, la permanente actualización del personal de las organizaciones en cuanto a nuevas tendencias, marcos teóricos y buenas prácticas aporta elementos que dan pie a la autocrítica al interior de los equipos. 
  2. Las intervenciones sociales deben orientar esfuerzos también al trabajo con titulares de responsabilidades y de obligaciones, esto implica lograr resultados que trasciendan a la población que recibe sus servicios, llegando a otros que también padecen el problema público. 

El acompañamiento es un factor clave para establecer logros contundentes: el rol de NMP como agente fortalecedor es acompañar: en Quinta Carmelita decían que había acciones desarticuladas y que el acompañamiento de Monte ayudó a incrementar la visión, a articular para trascender atender los problemas de fondo (colaborador de Nacional Monte de Piedad).