El Programa de fortalecimiento de Corporativa de Fundaciones (CF) apoya a las OSC durante un periodo aproximado de 3 años.
La evaluación de los resultados obtenidos en el programa entre 2012 y 2015 tuvo en cuenta 3 momentos del proceso de las OSC.
Para la evaluación se utilizaron 2 herramientas: el diagnóstico y la evaluación de impacto. La primera herramienta es la diseñada por Corporativa como instrumento de diagnóstico organizacional, la cual tiene sus indicadores para cada una de las 6 capacidades que el programa pretende fortalecer (planear, dirigir, organizar, administrar, normativizar, procurar fondos) y 35 reactivos o aspectos a verificar. (Ver tabla 16)
El instrumento de diagnóstico permite identificar las oportunidades de fortalecimiento de las OSC. Se aplica al inicio del proceso de fortalecimiento y después anualmente para monitorear los avances y alimentar la evaluación de resultados o cambios en cada una de las capacidades.
La evaluación de impacto se diseñó para medir las transformaciones duraderas derivadas de las acciones y recursos invertidos por el programa.
El instrumento de evaluación de impacto y sus 42 reactivos se aplicaron en 2 momentos: al inicio del proceso y a los 3 años del inicio. El instrumento de evaluación de impacto también busca medir las 6 capacidades del modelo de CF, pero lo hace con indicadores y reactivos diferentes.
La muestra total para la evaluación fue de 41 OSC, las cuales participaron entre finales de 2011 e inicios de 2015 en los diferentes momentos y etapas del proceso de fortalecimiento institucional de Corporativa. Junto a estas OSC, en la evaluación también participó un “grupo control” de 4 OSC que hicieron el diagnóstico en 2012, pero que posteriormente no participaron en las actividades de fortalecimiento.
La situación inicial de las organizaciones
Al iniciar el proceso medido por el diagnóstico y la línea de base de la evaluación de impacto se encontró que el promedio para las 6 capacidades fue de 4.10 sobre 10 en el diagnóstico y 3.18 en la evaluación de impacto.
En ambos casos, el puntaje más alto estuvo en la capacidad de dirigir, mientras que en el diagnóstico el puntaje más bajo lo obtuvo la capacidad de organizar. En cuanto a la evaluación de impacto, el puntaje más bajo se encontró en la capacidad de normativizar.
En relación con los resultados positivos en la capacidad de dirigir, las autoras comentan que estos:
evidencian la habilidad de las y los líderes de las OSC para influir en las personas que conforman las organizaciones, con el propósito de que contribuyan a las metas de la misma. (Douard y Uriza Soto, 2016, p.35).
En relación con los bajos resultados sobre la capacidad de organizar, las autoras los adjudican a 2 temas principales: las debilidades de los órganos de gobierno y las limitaciones en la definición de funciones del equipo operativo y en el desarrollo de manuales de procedimientos.
La capacidad de procurar fondos fue la segunda menos avanzada. También tuvo bajos resultados la capacidad de normativizar. Esta se refiere a la capacidad de generar políticas y procedimientos para los diferentes ámbitos de la organización.
La capacidad de planear es un poco mayor, pero al menos la mitad de las organizaciones tuvieron limitaciones con esta capacidad en el diagnóstico inicial.
Avances intermedios
El siguiente momento de análisis se da a los 2 años de iniciado el proceso de fortalecimiento. Este análisis tiene por objeto examinar lo sucedido con las capacidades de las OSC y utiliza el instrumento de diagnóstico para llevar a cabo las mediciones.
Los resultados muestran que los avances fueron lentos y diferenciados por capacidades y que, incluso, en algunas capacidades se produjeron retrocesos. El promedio en el avance del desarrollo de capacidades fue de 4%.
Comparación con el grupo control
La comparación de los resultados con el grupo control es de gran importancia, pues permite entender que las OSC que no participaron de las actividades de fortalecimiento del programa de CF también avanzaron en sus capacidades, pero lo hicieron de forma más lenta o diferenciada que las que sí participaron.
Evaluación de impacto al final del proceso
La evaluación al final del proceso de fortalecimiento de 3 años y su comparación con los resultados de la aplicación del instrumento de evaluación de impacto realizada al inicio del proceso como línea de base son elementos que nos proporcionan información más precisa para saber qué pasó con las 6 capacidades en las OSC de la muestra. Dicha información ha sido obtenida gracias al conjunto de acciones ofrecidas por Corporativa.
Los indicadores de impacto utilizados en la evaluación son los siguientes:
Tabla 16. Capacidades e indicadores utilizados por CF
////Aquí foto de la tabla que se encuentra enlas páginas 286 y 287 del pdf////
Los resultados comparativos de las 2 mediciones (línea de base y a los 3 años) muestran que las organizaciones avanzaron de manera sustancial en cada una de las 6 capacidades del programa.
En algunas capacidades, como la de normativizar y planear los avances, fueron bastante mayores que en las demás. Las capacidades de administrar y procurar fondos presentaron los menores avances, mientras que las de organizar y dirigir tuvieron avances mayores que las anteriores.
Para finalizar, vale la pena citar las conclusiones de las autoras:
Los cambios a veces implican retrocesos, según vimos, tanto por factores internos como externos y de contexto. Así, durante el primer año de trabajo en el fortalecimiento institucional, las organizaciones se tropiezan con situaciones de sobreabundancia de actividades, escasez de recursos y, por otro lado, con metas y visiones muy amplias.
Hacia el segundo año, empiezan a priorizar sus actividades con base en la limitación de sus recursos. En este sentido, en etapas sucesivas del fortalecimiento institucional, las problemáticas son mucho más puntuales y son mejor identificadas por la organización […]
Es hacia el tercer año del proceso cuando las organizaciones avanzan de manera sustancial en cada una de las seis capacidades organizacionales. Las OSC enfatizan de hecho mucho más los avances y en cierta forma los retos, entendiendo estos como mantener la actualización en conocimientos y adquirir mayores herramientas para la profesionalización y el fortalecimiento institucional (Douard y Uriza Soto, 2016, p. 60-61).