Por invitación del entonces Obispo de la Misión de la Tarahumara, las Hermanas de la Caridad de San Carlos Borromeo se instalan en 1961 en Norogachi e inician su trabajo por la salud. Lo hacen en una zona carente de todo servicio y con graves índices de morbi-mortalidad especialmente en niños y mujeres. Las primeras Hermanas eran austríacas y empiezan atendiendo en una casa prestada; carecían de espacio y de insumos, pero los pacientes llegaban y llegaban y en medio de penurias se organizaron para atenderlos. Con muchas dificultades se dieron a la tarea de construir un edificio para instalar una unidad de salud que inauguran en 1965. La unidad fue denominada hospital por el quipo y las instalaciones como áreas de internamiento de pacientes, quirófano, rayos X y otros, pero carente de médicos especialistas. Éstos han colaborado en forma eventual. Contaron con médico general particular de 1972 a 1976 y lograron a partir de esa fecha que los Servicios de Salud enviaran médicos pasantes. Durante algunos años se interrumpió este servicio y volvieron a solicitarlo en 1986.
Desde entonces la consulta y las salas se llenaban de pacientes según la temporada. Atendieron muchos casos de tuberculosis y muchos niños desnutridos que además sufrían de diarrea y deshidratación. Muchas veces tuvieron que poner camas en los pasillos. Con los recursos que tenían apenas se daban abasto, pero el servicio estaba abierto para todos. A muchos enfermos había que traerlos, sabían de alguien necesitado y se iba hasta su ranchería. Aunque llegaron servicios de salud de instituciones de gobierno federal y estatal, la atención siguió abierta para todos y así permanece hasta la fecha.
En los 90 se vio la necesidad de acercar servicios a las rancherías y se capacitaron promotores que ofrecieron acciones sencillas, pesar y medir, en algunas comunidades. En el 2008 se construyen dos dispensarios en dos rancherías y se establecieron visitas regulares para ofrecer consulta, tratamiento y traslado en caso necesario.