Fundación Yaakunah brinda un modelo de intervención terapéutica para personas con discapacidad física, psíquica o sensorial, problemas de salud mental o de adaptación social, que emplea como elemento terapéutico la relación del paciente con el caballo (Equinoterapia), burro (Asinoterapia) o perro (Caninoterapia).

Las Terapias Asistidas con Animales emplean la terapia física, ocupacional, de lenguaje, psicológica, entre otras, para solventar limitaciones que se manifiestan en las diferentes patologías neurológicas, conductuales, de vínculo afectivo, ortopédicas y algunas otras discapacidades.

Como parte de nuestra labor social, asistencial y protectora de especies, la fundación lleva a cabo la rehabilitación y cuidado de perros, asnos y caballos en situación de riesgo ante el abandono o el maltrato. La Fundación interviene y aleja a estos animales de la adversidad, el dolor o el desamparo, y tras un proceso de rehabilitación y adiestramiento, son puestos al servicio de las personas como co-terapeutas, bajo la supervisión de nuestro equipo especializado.

También brindamos conferencias, congresos y pláticas a jóvenes acerca de la importancia del cuidado de las especies animales y del medio ambiente, así como los beneficios de las Terapias Asistidas con Animales en la salud de las personas.

Ofrecemos talleres a niños y jóvenes para aprender del cuidado del medio ambiente a través de ecotecnias como la lombri-composta, que convierte los desechos orgánicos producto de los animales y áreas verdes de la fundación en composta que se reutiliza en los campos de cultivo como abono; las aguas residuales producto del aseo de las instalaciones en dónde viven los animales son convertidas mediante un proceso natural en fumigantes orgánicos que sustituyen a los productos químicos y elimina la contaminación de mantos acuíferos.

Tenemos un programa de voluntariado corporativo y académico en nuestras instalaciones para aprender del cuidado del medio ambiente y además da oportunidad de cosechar frutos directo del árbol que después son convertidos en mermeladas. La venta de estas mermeladas, que no contienen saborizantes ni conservadores artificiales, nos ayudan a obtener recursos para poder continuar brindando la ayuda a personas, animales y medio ambiente.